Intervención de la Embajadora Luz Elena Baños Rivas en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA “Quincuagésimo aniversario de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) y el Cuadragésimo aniversario de la instalación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, 11 de diciembre de 2019.

 

 

Muchas gracias, señora Presidenta.

Agradezco las presentaciones de las muy distinguidas personalidades que nos acompañan en esta sesión. 

México, junto con Costa Rica, Ecuador y Uruguay, apoyó la solicitud de esta convocatoria para conmemorar el Quincuagésimo Aniversario de la adopción de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Cuadragésimo Aniversario de la instalación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), pilar fundamental del multilateralismo y de la defensa y protección de los derechos humanos del hemisferio. Celebramos también los 25 años de la Convención de Belem do Pará. 

El Pacto de San José cumple un papel clave y fundamental en el respeto y promoción de los derechos humanos en el continente, pues más allá de reconocer los derechos mínimos, esenciales e inalienables de los seres humanos, establece los medios y mecanismos para su debida protección. La CoIDH es una de las mejores instituciones hemisféricas y los Estados debemos fortalecerla gradualmente, al igual que a la CIDH. 

México reconoce ampliamente la valiosa labor que desempeña desempeña la CoIDH por su relevante aporte al avance de los derechos humanos en nuestros países. 

Particularmente, destaco el trabajo y compromiso de Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, Juez de la CoIDH desde el 2013 y que, al igual que en otros periodos lo hicieran los reconocidos juristas mexicanos, Héctor Fix-Zamudio y Sergio García Ramírez, ha presidido este importante órgano jurisdiccional. Reciban el reconocimiento de México todos los jueces y el personal de la CoIDH, su trabajo es muy importante para la vida de las personas, especialmente para las víctimas. 

El compromiso de México con el respeto a los derechos fundamentales de las personas a través de la sujeción voluntaria a jurisdicción de la CoIDH tiene una profunda tradición. El Estado mexicano fue uno de los primeros países en aceptar la jurisdicción contenciosa de la Corte, el 16 de diciembre de 1998

Esta decisión acertada refleja la convicción política y jurídica de incorporar de forma integral el sistema de protección de los derechos humanos a nivel nacional y hemisférico; refleja también el reconocimiento de la dignidad de las personas y de la definición de los deberes del Estado. 

Desde su creación, la CoIDH en relación con el Estado mexicano, ha dictado sentencia en 13 casos contenciosos, las tres últimas emitidas en 2018; ha dictado 47 medidas provisionales; y, tiene 16 resoluciones de casos en supervisión de cumplimiento. 

Entre 2009 y 2010, la CoIDH dictó sentencia responsabilizando al Estado mexicano por violación de derechos humanos en los casos González y otras (conocida como “Campo Algodonero”), Rosendo Radilla Pacheco, Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú. 

En todos estos casos, con fundamento en los artículos 67 de la Convención Americana de Derechos Humanos y 31 del Reglamento de la misma Corte, nuestro país acepta y reconoce el carácter inapelable y definitivo de estas sentencias, obligándose a cumplir en todos sus términos y plazos las disposiciones que deriven de cualquier sentencia emitida por ese tribunal. 

Específicamente, el caso “Campo Algodonero” relativo al asesinato de 8 mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, de los cuales, 3 casos fueron sometidos ante la CoIDH el 4 de noviembre de 2007, es de trascendental importancia para el avance de los derechos humanos en México y en toda la región, pues por primera vez la CoIDH desarrolló una "perspectiva de género" en su jurisprudencia. 

La CoIDH realiza un análisis pormenorizado del caso, en el que entiende explícitamente que la "perspectiva de género" implica tomar en cuenta, al momento de reparar a las víctimas, "impactos diferenciados que la violencia causa en mujeres y hombres". Asimismo, indicó que las reparaciones con perspectiva de género deben: i) cuestionar y estar en capacidad de modificar a través de medidas especiales el status quo que causa y mantiene la violencia contra la mujer y los homicidios por razones de género; ii) constituir claramente un avance en la superación de las desigualdades jurídicas, políticas y sociales, formales o de facto, que sean injustificadas por causar, fomentar o reproducir los factores de discriminación por razón de género, y iii) sensibilizar a los funcionarios públicos y la sociedad sobre el impacto de los factores de discriminación contra las mujeres en el ámbito público y privado. 

Más allá de la sujeción a la competencia de la Corte, el Estado mexicano ha impulsado la consolidación y fortalecimiento de la función consultiva de la CoIDH. 

Muestra de ello es la opinión consultiva solicitada en 1997 por el gobierno de México, sobre el alcance del art. 36 de la Convención de Viena, la cual, al resolverse de forma positiva determinó que los Estados receptores están obligados a notificar a un extranjero, en el momento de su aprehensión y detención por un delito susceptible de pena de muerte, sobre su derechos a recibir asistencia consular

Otro ejemplo de la forma en que México ha fortalecido la función consultiva de la CoIDH es la segunda petición mexicana, que también se resolvió favorablemente, y que determina la condición jurídica y los derechos de los migrantes indocumentados. De esta manera, México se vuelve un factor clave para apoyar y proteger a este grupo altamente vulnerable y de la mayor relevancia en la realidad actual de los países de la región. 

Cabe destacar también el papel que tuvo el Estado mexicano en el procedimiento para la adopción de la Opinión Consultiva sobre la Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño, la cual, fue solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Parte clave de las consideraciones realizadas en el marco de la audiencia de la opinión fueron realizadas por el Gobierno mexicano, una delegación del Senado de la República y organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil mexicanas. 

Esta colaboración y compromiso irrestricto con los derechos humanos ha cobrado aún más relevancia en la actualidad por el compromiso del gobierno de México con la justicia social y la defensa de los derechos de los grupos de mayor vulnerabilidad. 

Existe la firme convicción del Estado mexicano de reconocer la vulneración de los derechos humanos y, más allá de eso, reparar integralmente y reivindicar a las víctimas. Es por eso que ha centrado sus esfuerzos en colaborar estrechamente con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para que los casos puedan resolverse de forma amigable y en el menor tiempo posible, evitando llegar a la CoIDH. 

 En este sentido, en cumplimiento con el Plan Estratégico 2017-2021 de la CIDH, se ha realizado el estudio de las peticiones, casos y medidas cautelares vigentes del Estado mexicano. 

 Como resultado de estas acciones, se logró el levantamiento de alrededor de 33 solicitudes de medidas cautelares por inactividad procesal y se ha dado un impulso a la suscripción de diversos acuerdos de solución amistosa. México es uno de los tres países que encabezan la lista de países con mayor número de soluciones amistosas alcanzadas en la historia de la CIDH, opción a la que mi país da un gran valor institucional. 

Sin dejar de reconocer los desafíos que México enfrenta en materia de derechos humanos, la propia CIDH destacó en el Capítulo V de su último Informe Anual, que es notorio que el Estado mexicano ha emprendido acciones concretas tendientes a enfrentar los desafíos en materia de derechos humanos a través de la creación y fortalecimiento de instituciones especializadas a nivel nacional y estatal, e incluso municipal en algunas entidades. 

México continuará dando seguimiento puntual a las recomendaciones de la Comisión, haciendo lo que esté a su alcance para evitar que los asuntos de violaciones de derechos humanos lleguen a la CoIDH, convencido del impacto positivo que tiene el reconocimiento de la responsabilidad del Estado y la reparación pronta y oportuna de las víctimas de violaciones a derechos humanos, así como el compromiso de no repetición. 

El Estado mexicano refrenda su voluntad para atender violaciones de derechos humanos a través del fortalecimiento de las acciones para su protección efectiva en el país. La apertura al escrutinio internacional y la plena cooperación con los mecanismos internacionales de derechos humanos son un componente central de estos esfuerzos. 

 

A 50 años de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y a 40 de la instalación de la CoIDH, México reconoce y apoya los constantes esfuerzos de la Corte, tanto en materia jurisdiccional como consultiva. 

Que estos aniversarios, nos inviten a reflexionar sobre los retos que aún persisten en la región y la necesidad de que conjuntamente avancemos para hacerles frente. 

Permítame concluir reiterando el compromiso de México con el trabajo de la máxima institución judicial del Sistema Interamericano de Derechos Humanos para hacer realidad la universalidad, integralidad y progresividad de los derechos humanos en el hemisferio. 

 

 

 

 

 

Intervención de la Embajadora Luz Elena Baños Rivas en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente  sobre Bolivia.

12 de diciembre de 2019

 

 Muchas gracias, señora Presidenta:

 

Mi delegación toma nota de las presentaciones realizadas, en especial la del Ex Presidente de Bolivia, Jorge Quiroga Ramírez, así como la presentación del Informe final del Análisis de Integridad Electoral en Bolivia. En la OEA son muy bienvenidos los comentarios sobre el machismo y la no reelección.

 

México desea que el pueblo boliviano recupere pronto su democracia y considera importante el trabajo que las fuerzas políticas de ese país emprendieron a fin de acordar un marco legal para las nuevas elecciones, que ayuden a superar la polarización y fortalezcan la cohesión social boliviana.

 

Con la finalidad de escuchar diferentes voces y despejar posibles dudas sobre el trabajo realizado por los funcionarios de la OEA, como ha sido el caso en otras sesiones, mi delegación solicitó que en esta sesión se presentaran los análisis sobre el mismo asunto realizados por instituciones de investigación como el Center for Economic and Policy Research, lo que desafortunadamente no se pudo realizar en esta sesión extraordinaria, sin demérito de que estén hoy dándole seguimiento.

 

Quisiéramos recordar a la membrecía que la vocación democrática de este foro debe ser honrada con la expresión respetuosa de todas las voces y opiniones, pues en la pluralidad se nutre la democracia y el multilateralismo, particularmente cuando se trata de un asunto de la envergadura de lo que aconteció en Bolivia y del delicado precedente que el papel de la OEA ha jugado en el desenvolvimiento de este proceso.

 

México reitera su preocupación por la posibilidad de convertir una herramienta insignia de la OEA, como las Misiones de Observación Electoral, en instrumentos políticos para favorecer a una de las partes y recuerda que nuestra Organización NO tiene facultades para realizar este tipo de atribuciones. Mi país no hubiera formado parte de una Organización que tuviera facultades injerencistas y pretendiera usar la fuerza, o la amenaza del uso de la fuerza, como instrumento para lograrlo, porque va contra nuestros preceptos constitucionales de política exterior.

 

Qué lamentable y trágico que el diálogo, la negociación, la facilitación política, la cooperación para el desarrollo, la cultura de paz y la paz sostenible, herramientas fundamentales de una organización multilateral como la OEA, basada en el Derecho Internacional y en los mejores estándares interamericanos, estén marginadas y sean consideradas secundarias e ineficaces. Sería dramático que las opciones de fuerza y el riesgo del uso de la doble moral, estuvieran ganando espacio en el principal mecanismo de concertación política del hemisferio.

 

México hace un llamado para no permitir una involución en la OEA y para fortalecerla como un espacio multilateral del siglo XXI, incluyente, con prácticas probadamente democráticas, dedicada más al desarrollo integral y a los derechos humanos que a las tentaciones injerencistas y al uso del poder duro como forma de actuación en las relaciones internacionales.

 

En el caso de Bolivia, el Comunicado 2019/320 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, del pasado 10 de diciembre, en el que presenta sus observaciones preliminares tras su visita a Bolivia, y urge una investigación internacional para las graves violaciones de derechos humanos ocurridas en el marco del proceso electoral del pasado 20 de octubre, es muy importante y puede abonar al logro de la paz en ese hermano país.

 

El Informe preliminar dela CIDH presenta en dicho comunicado tiene una especial relevancia por diferentes razones: 1.- Porque escuchó a todas las partes y lo hizo en un momento de polarización en medio de desafíos particulares para cumplir su misión: 2.-Trabajó con las autoridades interinas, de facto, con apertura y respeto; 3.-Rechaza todas las formas de violencia y hace un llamado al diálogo, porque esa condición es fundamental para edificar una democracia sostenible; 4.-Recoge  testimonios muy importantes del periodo post electoral, que son clave para superar la confrontación y favorecer la cohesión social.

 

La dignidad de las personas tiene un valor central en la vida de nuestros pueblos de América y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos es lo más preciado con lo que las personas del hemisferio cuentan para defender su dignidad e integridad cuando no encuentran respuesta y justicia en sus países. Por eso, los Estados miembros de esta Organización debemos valorar altamente su trabajo. Los derechos humanos son base de nuestra vida, de nuestro desarrollo, no solo de la democracia, y debemos defenderlos sin excepción.

 

Los derechos humanos son universales, indivisibles y progresivos, por eso todos los derechos humanos para todas las personas es el objetivo que debe guiar nuestra aspiración en este campo.

 

En este sentido, quiero destacar las palabras del Secretario General en el Consejo Permanente de ayer: “La dignidad del ser humano tiene como principal defensa el más pleno cumplimiento de las garantías de sus derechos fundamentales”. Esperamos que así sea en todos los casos.

 

Siguiendo su tradición de política exterior, desde hace muchos años, mi país ha otorgado asilo a personas de diversas nacionalidades -como ahora lo hace con los bolivianos- que se sienten perseguidos y recuerda que el Estado asilante tiene la prerrogativa de otorgarlo cuando lo considere conveniente, así ha sido antes, así seguirá siendo. Es nuestro derecho hacerlo y así lo defendemos, es nuestro derecho soberano y no está a consideración de otros Estados.

 

Esta tradición nos honra y nos distingue como lo pueden corroborar cientos de ciudadanos de los Estados miembros de la OEA que han tenido a México como su segundo hogar. México ha sido, y se siente orgulloso de seguirlo siendo, un país generoso con quienes se sientan perseguidos por causas políticas, por quienes consideren que por estas razones su vida está en peligro. Qué privilegio tener un país así, qué privilegio trabajar para honrar esta tradición que nos ha permitido salvar vidas y tejer lazos entrañables e indisolubles con otros pueblos de nuestra América. Muy respetables las opiniones en contrario, las escuchamos, aunque no las compartamos.

 

México ha sufrido conquistas, invasiones, pérdida de gran parte de su territorio, guerras civiles, injerencias múltiples, desestabilizaciones externas y ha aprendido a defenderse hasta donde sea posible con sus propias fuerzas, a dar un alto valor a la paz y a valorar a los que luchan por sus ideales políticos, así que seguiremos ejerciendo nuestra prerrogativa soberana de otorgar asilo a quienes juzguemos conveniente.

 

Señora presidenta,

 

Es mi deseo dejar muy claro que México seguirá promoviendo y apoyando la realización de elecciones libres, transparentes y con observación internacional en Bolivia para que este hermano país vuelva a tener un gobierno democrático.

 

De igual forma, México hace un vigoroso llamado a los Estados miembros y al Secretario General para actuar en este foro con apego a los principios rectores de la Carta de la Organización. En nuestra decisión de privilegiar el diálogo como herramienta relevante de la democracia participativa y de no aumentar las desafiantes divisiones en el hemisferio, se cifra la sobrevivencia y el prestigio de esta Organización. Muchas gracias.

 

Intervención de la Embajadora Luz Elena Baños Rivas en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente sobre la “La Prevención y Erradicación de la Violencia Contra la Mujer”.

10 de diciembre de 2019

 

Sra. Presidenta:

Mi delegación igualmente las presentaciones de la Comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño, Presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Relatora sobre los Derechos de la Niñez; de la Comisionada Margarette May Macaulay, CIDH, Relatora sobre los Derechos de la Mujer; y de Silvia Mesa Peluffo, Presidenta del Comité de Expertas/os del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI). Su presencia ante nosotras nos alienta y nos fortalece. Gracias por su liderazgo. 

Las mujeres jóvenes nos han dado muestras de una decisión fuerte y valiente de que todos los actores deben dar pasos firmes para tener tolerancia cero a la violencia contra las mujeres. Su enérgico activismo es una llamada a no permitir esta inaceptable y vergonzosa situación en el mundo y a exigir todos los derechos para todas las personas. 

La igualdad es un derecho reconocido en el artículo primero de nuestra Carta Magna y México, como parte de la Agenda 2030, tiene un compromiso con alcanzar la igualdad de género de manera transversal. Alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres sigue siendo un reto importante en el mundo y en nuestro país. 

El México al que aspiramos requiere que las mujeres participen de manera significativa en los mercados de trabajo formales, generen sus propios ingresos y cuenten con los recursos económicos que les permitan desarrollar sus potencialidades económicas y productivas, para fortalecer no sólo el empoderamiento económico de las mujeres el cual posibilita, entre otras cosas, enfrentar situaciones de violencia y discriminación e impulsar el desarrollo y el crecimiento económico. 

Nuestro país vela por el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos e igualdad de género derivadas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo a fin de asegurar el derecho a igual remuneración, inclusive prestaciones, y a igualdad de trato respecto a un trabajo de igual valor, así como a igualdad de trato respecto a la evaluación de la calidad del trabajo. 

A pesar de los avances logrados, observamos con preocupación el ambiente de polarización y resistencias, e incluso intentos de retroceso, respecto a la igualdad de género. La igualdad de género es un derecho humano y una condición para un mundo pacífico, justo, próspero y sostenible, por lo tanto, los derechos humanos de las mujeres y las niñas, en su diversidad, no pueden ser negociables. 

El tiempo para actuar, es ahora. No podemos esperar más tiempo para que mujeres y niñas disfruten de un mundo sostenible al mismo nivel y con las mismas oportunidades que hombres y niños. 

El 25 aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing en 2020 y de la Convención de Belén do Pará son una oportunidad para renovar el compromiso de la comunidad internacional para alcanzar la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y las niñas, así como la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación contra ellas, sobre todo en una coyuntura donde el tema cuenta con múltiples resistencias.

 

México confía en los resultados que puede promover este proceso de revisión de la Plataforma que comenzó con la presentación de informes nacionales, pasará por las revisiones regionales y la próxima Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y terminará en la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2020 con un Segmento de Alto Nivel. 

El Foro Generación Igualdad que México y Francia copresidirán el próximo año es una oportunidad significativa para trabajar hacia la creación de nuevas alianzas multi-actor y renovar los compromisos en la materia. No se tratará de un encuentro intergubernamental, sino que, al tiempo de reafirmar el valor del multilateralismo, reunirá el liderazgo y la participación de varias partes interesadas: sociedad civil, gobiernos, empresas, ciudades, parlamentos, sindicatos, medios de comunicación y otros actores, centrándose en las asociaciones intergeneracionales y de múltiples partes interesadas. 

El Gobierno de México es feminista y nuestra política exterior trabaja para robustecer esta aspiración. Adoptaremos una estrategia hacia ello en 2020 que implica la transversalización de la perspectiva de género al interior de la Secretaría de Relaciones Exteriores, así como un fortalecimiento de nuestras posiciones no sólo en foros multilaterales y en las relaciones bilaterales.

México se esfuerza por avanzar en la igualdad sustantiva porque sin la plena incorporación de las mujeres y niñas, ninguna transformación civilizatoria, ética y justa, será posible.

Muchas gracias.

 

 

Intervención de México en la sesión ordinaria del Consejo Permanente  sobre la conmemoración del “Día Internacional de las Personas con Discapacidad”.

11 de diciembre de 2019.

 

Muchas gracias Señora Presidenta.

 

La Delegación de México se congratula por la inclusión de este relevante tema en la agenda del Consejo Permanente y agradece las presentaciones realizadas por los distinguidos expositores. Reconocemos el valioso trabajo que cada uno de ellos realiza en cada uno de sus respectivos ámbitos para impulsar los derechos de las personas con discapacidad, y les agradecemos su presencia el día de hoy.

 

Como se ha dicho, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad fue declarado por la Asamblea General de ONU, con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad y en el desarrollo, así como para generar conciencia sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.

 

México ha sido un activo promotor del reconocimiento y protección de los derechos humanos de las personas con discapacidad. En el marco de Naciones Unidas, México fue impulsor de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y forma parte del Grupo de Amigos sobre la materia. En el ámbito regional, desde septiembre del 2001, México es parte de la Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad.

 

Por ello, es con mucho agrado que nos hemos sumado a la Declaración leída hace unos momentos, por la delegación de El Salvador, y nos incorporamos al Grupo de países amigos de las personas con discapacidad, con el firme compromiso de contribuir a eliminar los obstáculos físicos y sociales que impiden a estas personas disfrutar plenamente de sus derechos, coadyuvando para que estén en posibilidad de acceder a las mismas oportunidades que el resto de la población.

 

Este año el tema del Día Internacional de las Personas con Discapacidad es: "La Participación y el liderazgo de las personas con discapacidad: Agenda de Desarrollo 2030", que se centra en el empoderamiento de las personas con discapacidad para un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, como lo establece la Agenda 2030, la cual nos compromete a "no dejar a nadie atrás" y que considera la discapacidad como un tema transversal en la implementación de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

México destaca la necesidad de impulsar el tema colectivamente y de avanzar en los objetivos de nuestros mandatos e instrumentos interamericanos, que ya se han mencionado previamente,  guiados por un enfoque amplio de derechos humanos y desarrollo. Insistimos además en la importancia de poner un especial énfasis en las personas con discapacidad intelectual y psicosocial como ya señaló por los exponentes desde una perspectiva de derechos humanos, y en línea con los instrumentos jurídicos antes señalados.

 

México hace votos por una participación más activa de todos los Estados miembros y de otros actores relevantes en el impulso de este importante tema, porque sólo con la promoción de sociedades inclusivas que respeten los derechos de todas las personas, lograremos avanzar positivamente hacia el desarrollo sostenible.

 

Muchas gracias

Intervención de la Embajadora Luz Elena Baños Rivas,

Representante Permanente de México ante la OEA

 

En la sesión extraordinaria del Consejo Permanente sobre la situación en Bolivia

 

Washington, D.C., 12 de noviembre de 2019

 

Muchas gracias señora Presidenta,

 

México agradece la convocatoria a esta sesión extraordinaria, que mi gobierno solicitó de manera urgente. La situación que hoy nos convoca es sumamente compleja y requiere de nuestro más serio y objetivo análisis.

 

México externa su seria preocupación ante el grave quebrantamiento del orden constitucional en Bolivia, un Estado miembro de esta Organización donde ha sucedido un golpe de Estado, que México condena enérgicamente.

Los Estados miembros de la OEA tenemos una alta responsabilidad de acompañar a Bolivia en estos momentos de profunda crisis, y debemos hacerlo de manera objetiva, responsable y respetuosa de su soberanía y su autodeterminación, sin tentaciones de intervención. Deben quedar atrás los días aciagos y dolorosos donde las fuerzas armadas deponían y sostenían gobiernos.

Mi Gobierno expresa su profunda consternación por los acontecimientos recientes en Bolivia. Tras darse a conocer el reporte preliminar de esta Organización sobre el reciente ejercicio de auditoría  del proceso electoral en Bolivia, el entonces Presidente Evo Morales propuso que se realizaran nuevas elecciones. Después de ello, el ejército de Bolivia pidió la renuncia del presidente, quien resolvió presentarla para evitar la violencia de una destructiva guerra civil. Consideramos que las presiones que Evo Morales recibió por parte de las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad del país configuran elementos de un escenario de golpe de Estado, lo que México rechaza categóricamente.

México reivindica y demanda el respeto del orden constitucional y de la democracia en Bolivia. Recordemos que, de acuerdo a la Carta Democrática Interamericana, la subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de derecho de todas las entidades y sectores de la sociedad, son fundamentales para la democracia.

El ex – Presidente Morales renunció en aras de pacificar a su país y poner un alto a la violencia que venía incrementándose en los últimos días, violencia que lamentablemente aún no ha cesado. Una decisión sin duda difícil para un mandatario que trabajó de manera decidida para traer justicia social a su país, sobre todo a favor de las personas más vulnerables, de los indígenas como él, y logró un crecimiento económico importante, por encima del resto de la región, cuestión innegable.

México respeta esa decisión y esperamos que así se evite la continuidad de la confrontación y la violencia y se garantice el efectivo derecho del pueblo boliviano a la paz y el ejercicio de su democracia.

Reiteramos en este foro el rechazo a la violencia. Deben evitarse mayores daños y posibles pérdidas de vidas humanas.

El hermano pueblo de Bolivia, tras largas jornadas de incertidumbre y agitación, se encuentra ahora frente a una compleja transición política. México hace votos por que esta transición, por sobre todas las cosas, ocurra de manera pacífica, democrática y con pleno respeto a la legalidad y al orden constitucional.

Señora Presidenta,

México deplora los ataques contra las representaciones diplomáticas, en este caso, en Bolivia. Enfáticamente subrayamos la inviolabilidad de dichas misiones, conforme a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, y recordamos a las autoridades su obligación de proteger los locales de dichas misiones contra toda intrusión o daño, evitando que se perturbe su labor o se atente contra su dignidad. Esta obligación se basa en la reciprocidad y en la confianza mínima entre Estados, por ser la base para la construcción amistosa de relaciones entre los países del hemisferio y del mundo.  

Como lo anunció  nuestro Canciller, México, de conformidad con su tradición de asilo y no intervención, ha recibido a un grupo de personas del ejecutivo y legislativo de Bolivia en su sede diplomática en La Paz. De igual manera, mi gobierno decidió soberanamente conceder asilo político al ex Presidente Evo Morales, cuya vida y seguridad se encontraban en riesgo derivado de las manifestaciones de violencia en su contra. Hace unas horas, y después de una muy azarosa travesía, el ex Presidente llegó a México, en compañía del ex vicepresidente, Álvaro García Linera y de la ex ministra de Salud, Gabriela Montaño.

Al tomar esta decisión, hemos procedido primordialmente por razones humanitarias, de acuerdo con el derecho internacional y nuestro propio marco constitucional, conforme lo disponen nuestros ordenamientos internos y nuestros compromisos internacionales. Actuamos en congruencia con nuestra orgullosa tradición diplomática de apoyo y protección a los perseguidos políticos en el mundo. Desde Garibaldi, Martí y Haya de la Torre, hasta Rigoberta Menchú, Gabriel García Márquez y Hortencia Bussi, viuda de Salvador Allende, y sus hijas, Isabel y Beatriz; la institución del asilo diplomático es una figura señera y entrañable de la historia diplomática mexicana que hoy se reafirma por razones humanitarias y de protección a los bolivianos. En esta tradición mi país recibió a miles de perseguidos políticos de diversas nacionalidades: españoles - cientos de niños, entre ellos- alemanes, checos, argentinos, salvadoreños, guatemaltecos, panameños, paraguayos, colombianos, hondureños, brasileños, chilenos, uruguayos, peruanos y bolivianos, entre muchos otros, incluyendo, recientemente, personas de nacionalidad venezolana – de la oposición – y ecuatoriana. Miles de ellos se quedaron a vivir en México hasta el final de sus días, adoptándola como su segunda patria. Su presencia nos ha nutrido, ha enriquecido nuestra multiculturalidad y nuestras instituciones, particularmente las académicas y de investigación científica, nos ha hecho más fuertes con sus convicciones y sus amplios conocimientos sociales y científicos y con su destacado talento creativo y artístico. En fin, su presencia nos ha acercado fraternalmente a la realidad y a la cultura de sus países y a sus trayectorias personales y nos sentimos muy afortunados por eso.

Señora Presidenta,

El derecho internacional es contundente al referir que la concesión del  asilo diplomático es una prerrogativa que compete al Estado asilante. Conscientes como somos de que esto involucra la vida y el bienestar de muchas familias, México reafirma que junto a esa prerrogativa tenemos también una obligación ineludible basada en nuestra historia: otorgar protección a las personas que así lo solicitan por sentirse amenazadas, tal y como lo establece la Convención Interamericana sobre Asilo Diplomático y la Convención de Montevideo sobre Asilo Político.

Permítame aquí hacer un llamado desde la OEA para evitar la persecución y la violencia y para hacer cumplir las Convenciones internacionales e interamericanas para proteger la integridad y la vida de las personas. México reitera que la vida humana debe primar sobre las coyunturas políticas.

Señora Presidenta,

Queremos dejar asentado también nuestro firme compromiso con la democracia. México agradece cumplidamente la confianza depositada en su momento en nuestro Gobierno para acompañar a Bolivia, junto con otras naciones, en la valoración de su proceso democrático. Por ello, México subraya la autodeterminación del pueblo boliviano para elegir a su próximo gobierno, al tiempo que convoca a la membrecía y a la Organización a conducir su actuación con prudencia, con respeto al marco constitucional y tomando como base el principio de no intervención y la autodeterminación de los pueblos.

De conformidad con la Carta Democrática Interamericana, la democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas. El ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del estado de derecho y los regímenes constitucionales de los Estados Miembros de la OEA. Por ello, México reitera que la prioridad en estos momentos es respetar la voluntad del pueblo boliviano, misma que debe manifestarse y ejercerse por los cauces constitucionales y pacíficos.

Deseamos recordar que Bolivia, en ejercicio pleno de su soberanía, ha confiado en la OEA. Por ello México solicita que esto sea considerado como presupuesto mínimo para cualquier opinión que emita este Consejo Permanente sobre la situación boliviana.

En ese sentido, permítame recordar a la membrecía que las normas que regulan nuestro comportamiento mutuo son piedra angular para el diálogo político entre los Estados miembros. Sin esa condición, la región enfrentará mayores desafíos para mantener el diálogo político y el respeto al derecho internacional como elementos básicos de las relaciones entre Estados.

No puedo dejar de expresar la sorpresa que causó a mi gobierno el hecho de que, frente a los graves acontecimientos que se precipitaron el domingo 10 de noviembre, y que sin duda constituyen un quebrantamiento del orden constitucional que sume a Bolivia en la incertidumbre, la Secretaría General de la OEA únicamente haya emitido un breve comunicado el día lunes.

El Secretario General, que despliega una constante e inusitada actividad mediática ha permanecido también sorpresivamente callado, con excepción del escueto comunicado del 11 de noviembre,  ante el desbordamiento de la violencia y el peligro en el que se encuentra la vida de muchas personas, sin atribularse demasiado, al menos públicamente, para proteger con urgencia la democracia y los derechos humanos. Nos preguntamos, ¿cuáles son sus prioridades, cuáles son sus preocupaciones, cuáles son sus responsabilidades y sus urgencias?

Nos parece que, frente a sucesos de tal magnitud, los pronunciamientos de esta Organización debieran ser mucho más oportunos y contundentes – como en efecto lo son cuando se refieren a otras situaciones, por ejemplo, en el caso del comunicado del 21 de octubre, que sentó un precedente definitorio en las elecciones del 20 de octubre – y enfocados en la preservación de la paz y la legalidad. Asimismo, reitero lo que ya hemos señalado en ocasiones anteriores, en el sentido de que los pronunciamientos de la Secretaría General no representan la postura de los Estados Miembros, aunque son importantes.

Permítame al mismo tiempo reconocer el comunicado emitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el día de ayer, casi la única voz de la organización.

Señora presidenta

México expresa su confianza en la soberanía del pueblo boliviano para constituir un gobierno que sea acorde con su marco constitucional. Hacemos un fuerte llamado a cesar toda forma de violencia y recuperar el  diálogo entre los hermanos bolivianos.

Hacemos votos porque el diálogo político se fortalezca en Bolivia y abra el camino para una transición integral, transparente y constructiva. Que busque conciliar y no separar, que reconozca y preserve los avances sociales alcanzados en este querido país para fortalecer una democracia incluyente y también una democracia sostenible, sobre la base de los logros alcanzados por los sectores más desprotegidos.

Muchas gracias, Señora Presidente