Intervención de la Embajadora Luz Elena Baños Rivas en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente sobre la “La Prevención y Erradicación de la Violencia Contra la Mujer”.

10 de diciembre de 2019

 

Sra. Presidenta:

Mi delegación igualmente las presentaciones de la Comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño, Presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Relatora sobre los Derechos de la Niñez; de la Comisionada Margarette May Macaulay, CIDH, Relatora sobre los Derechos de la Mujer; y de Silvia Mesa Peluffo, Presidenta del Comité de Expertas/os del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI). Su presencia ante nosotras nos alienta y nos fortalece. Gracias por su liderazgo. 

Las mujeres jóvenes nos han dado muestras de una decisión fuerte y valiente de que todos los actores deben dar pasos firmes para tener tolerancia cero a la violencia contra las mujeres. Su enérgico activismo es una llamada a no permitir esta inaceptable y vergonzosa situación en el mundo y a exigir todos los derechos para todas las personas. 

La igualdad es un derecho reconocido en el artículo primero de nuestra Carta Magna y México, como parte de la Agenda 2030, tiene un compromiso con alcanzar la igualdad de género de manera transversal. Alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres sigue siendo un reto importante en el mundo y en nuestro país. 

El México al que aspiramos requiere que las mujeres participen de manera significativa en los mercados de trabajo formales, generen sus propios ingresos y cuenten con los recursos económicos que les permitan desarrollar sus potencialidades económicas y productivas, para fortalecer no sólo el empoderamiento económico de las mujeres el cual posibilita, entre otras cosas, enfrentar situaciones de violencia y discriminación e impulsar el desarrollo y el crecimiento económico. 

Nuestro país vela por el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos e igualdad de género derivadas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo a fin de asegurar el derecho a igual remuneración, inclusive prestaciones, y a igualdad de trato respecto a un trabajo de igual valor, así como a igualdad de trato respecto a la evaluación de la calidad del trabajo. 

A pesar de los avances logrados, observamos con preocupación el ambiente de polarización y resistencias, e incluso intentos de retroceso, respecto a la igualdad de género. La igualdad de género es un derecho humano y una condición para un mundo pacífico, justo, próspero y sostenible, por lo tanto, los derechos humanos de las mujeres y las niñas, en su diversidad, no pueden ser negociables. 

El tiempo para actuar, es ahora. No podemos esperar más tiempo para que mujeres y niñas disfruten de un mundo sostenible al mismo nivel y con las mismas oportunidades que hombres y niños. 

El 25 aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing en 2020 y de la Convención de Belén do Pará son una oportunidad para renovar el compromiso de la comunidad internacional para alcanzar la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y las niñas, así como la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación contra ellas, sobre todo en una coyuntura donde el tema cuenta con múltiples resistencias.

 

México confía en los resultados que puede promover este proceso de revisión de la Plataforma que comenzó con la presentación de informes nacionales, pasará por las revisiones regionales y la próxima Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y terminará en la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2020 con un Segmento de Alto Nivel. 

El Foro Generación Igualdad que México y Francia copresidirán el próximo año es una oportunidad significativa para trabajar hacia la creación de nuevas alianzas multi-actor y renovar los compromisos en la materia. No se tratará de un encuentro intergubernamental, sino que, al tiempo de reafirmar el valor del multilateralismo, reunirá el liderazgo y la participación de varias partes interesadas: sociedad civil, gobiernos, empresas, ciudades, parlamentos, sindicatos, medios de comunicación y otros actores, centrándose en las asociaciones intergeneracionales y de múltiples partes interesadas. 

El Gobierno de México es feminista y nuestra política exterior trabaja para robustecer esta aspiración. Adoptaremos una estrategia hacia ello en 2020 que implica la transversalización de la perspectiva de género al interior de la Secretaría de Relaciones Exteriores, así como un fortalecimiento de nuestras posiciones no sólo en foros multilaterales y en las relaciones bilaterales.

México se esfuerza por avanzar en la igualdad sustantiva porque sin la plena incorporación de las mujeres y niñas, ninguna transformación civilizatoria, ética y justa, será posible.

Muchas gracias.